viernes, 8 de enero de 2010

¿Qué esconde Mona Lisa?


A lo largo de los siglos, historiadores de todo el mundo han llenado páginas de libros de hipótesis sobre el misterio de la expresión de La Gioconda: una amante cómplice, una modelo encinta, el propio pintor transformado en mujer… Pero, según el médico italiano Tito Franco, la solución al enigma es mucho más sencilla y mundana: un exceso de colesterol.
Así, al menos, lo cree este señor, que afirma haber encontrado levantamientos grasos alrededor de su ojo izquierdo y un pequeño tumor benigno por la zona.
Admito ser totalmente nula en este tema, por eso planteo una cuestión abierta. El médico italiano ha evaluado el estado de salud de la mujer a través de una obra que puede no corresponder a la realidad, ya que el pintor podía deformar el cuadro a su gusto o al del cliente. Además, el cuadro tiene más de 300 años. ¿Es lícito, o por lo menos profesional, presentar su descubrimiento como una conclusión?
Por lo menos, y no es poco, la noticia me ha sacado una sonrisa. Siempre es de mi agrado saber que no sólo los adolescentes perdemos el tiempo con tonterías.
Por mi parte, seguiré soñando con la media sonrisa de la Mona Lisa, y lo que lleva tres siglos intentando decirnos a través de sus ojos. Quién es ella, por qué sonríe. ¿Sonríe? Por qué lleva tanto tiempo cautivándonos y manejándonos a su antojo. Parece que le encante saber que nos tendrá en vilo durante toda la eternidad. ¿Será por eso que siempre sonríe…?