martes, 2 de febrero de 2010

Quiéreme si te atreves



Dos fotos. ¿Qué veis? Os diré lo que es a mi parecer. Dos tipos de matrimonio que ocurren frecuentemente en el mundo. La diferencia es que la sociedad española ha luchado mucho por no legalizar el de abajo. Sin embargo, no hemos movido un dedo por prohibir barbaridades como la de arriba. Una niña de 11 años casada con un hombre de 40. ¿A que ahora ya no es tan impactante que haya puesto en el artículo una foto de un beso homosexual?

Es realmente triste darnos cuenta de que nuestros prejuicios pueden nublar nuestra razón. Tanto que nos cuesta distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, lo que puede ser motivo de mofa y lo que no. Para nosotros querer a alguien de tu mismo sexo es más que suficiente motivo para hacer un “chiste de maricones “. Pero claro, ya se sabe, tipycal spanish. Somos muy tolerantes con otras culturas y razas, pero mejor que vivan en otro edificio y no en el nuestro. Obviamente no hay que marginar a los discapacitados, pero realmente, ¿quién los va a contratar? Claro que aceptamos a los homosexuales, pero que no se besen delante nuestro que nos impacta demasiado. Esto es España, señores.

Uno de los reproches más repetidos contra la homosexualidad es su pretendido carácter contranatural. Pregunta: ¿en nombre de qué nos creemos con la posición de juzgar lo que es natural y lo que no? ¿Acaso somos tan ingenuos de pensar que los heterosexuales somos “naturales”? Natural es un perro que intenta copular con la pierna de su amo, o un gato que se lo monta con un peluche. Pero los humanos, no. Únicamente lo somos el primer segundo de nuestras vidas, luego nos ponen los patucos azules o rosas, y después, barbie o action man, princesas o héroes de película, Hannah montana o Batman, danza o fútbol, y así sucesivamente.




Por último, voy a nombrar una noticia, que, aunque ocurrida hace dos años, yo no había escuchado hablar de ellas. Dos mujeres, Del Martin y Phillis Lyon, las cuales han sido pioneras de la lucha por los derechos de los homosexuales en EEUU. Un mes después de que el Tribunal Supremo del Estado de la costa oeste estadounidense diera luz verde a las bodas gays, Martin y Lyon se unían en matrimonio en San Francisco después de 53 años de relación. En esa misma ciudad, Martin falleció dos meses después de la boda acompañada de su esposa. Disfrutó sólo dos meses de un éxito que, sin embargo, seguirá siempre vivo.


Con esta noticia sólo quiero decir que el amor no tiene edad, ni prejuicios, o por lo menos, no los debería tener. ¿Qué importa si es él o ella? Sentir es lo único que yo me atrevería a llamar natural en los humanos, y seguimos poniéndole barreras.
Quien se quiere lo va a seguir haciendo, nos guste a los demás o no. Nadie elige lo que es, y nadie debería sentirse mal por sentir de una manera, que al fin y al cabo, no es tan distinta a la de los demás. ¿Por qué entonces nos seguimos empeñando en hacerles sentir diferentes?